Muchas relaciones de pareja empiezan con diversión, emoción, aventura y alegría, para luego caer en una rutina en la que nada de eso existe. De hecho, al principio, te encanta todo de tu pareja y te hace sentir más viva que nunca. Pero desafortunadamente, con el paso del tiempo, acabas irritada con cada uno de sus defectos.
Sin importar en qué punto esté tu relación hoy, puedes empezar a poner en práctica los consejos siguientes para abrir las puertas a una relación mejor desde ahora mismo.
Las expectativas de hoy se convierten en juicio mañana. Es decir que acabarás juzgando todas las expectativas que tienes de ti misma, de tu pareja y de tu relación, y estos juicios matarán tu relación. Una relación consciente lo incluye todo, todo lo que tú eres y todo lo que tu pareja es, y no juzga nada. Así que, la próxima vez que tengas una expectativa, di “es un punto de vista interesante, es mi punto de vista”, y poco a poco asumirás que tu conclusión y tus expectativas son sólo un punto de vista y no un hecho.
Nos suelen inculcar que cuando nos importa alguien, tenemos que sacrificarnos por esa persona, pero no es así. En realidad, cuanto más te preocupas por ti, más te preocupas por los demás. El mundo quiere verte en todo tu esplendor, y si sacrificas ciertos aspectos de ti para encajar en una relación, el mundo se pierde lo maravillosa que eres. Para que tu relación crezca y sea cada vez mejor, tienes que hacer las cosas que te gustan, conectar con la gente que te valora y ser quien eres, sino tu relación se convertirá en una aburrida rutina, sin emoción.
Después de un tiempo en pareja, ya no solemos vivir la relación de manera activa y consciente, como sí lo hacíamos al principio. Por eso, es importante decidir vivir esta relación todos los días para transformar la inercia en creatividad, diversión y emoción, que todas las parejas viven en su comienzo.
Las preguntas tienen el poder de cambiar las cosas de forma rápida y eficiente. Al hacernos preguntas, invitamos a que lleguen a nuestra vida nuevas oportunidades, posibilidades divertidas y alegres. Así que pregúntate “¿cómo podría mejorar mi relación?” y verás cómo lo que no funcionaba empieza a mejorar, y lo que ya funcionaba se convierte en algo más increíble.
Independientemente del tiempo que lleves con tu pareja, la relación siempre puede mejorar y tener esa alegría y esa emoción del comienzo. ¡Nunca tienes porque conformarte!