Después de dar a luz, muchas mujeres no quieren ser tocadas. Sin embargo, independientemente del parto que hayas tenido, puedes tener unas relaciones sexuales increíbles. Sólo se trata de prestar atención a tu cuerpo y a tu pareja para poder usar el sexo como herramienta de recuperación en tu papel de madre y amante. A continuación, unos consejos para ayudarte si acabas de ser madre:
Para muchas mujeres, tener sexo después del parto da miedo. Por eso, es importante abrirte y entender que el sexo implica todo tu ser. Amplia tu definición del sexo para incluir todas las partes erógenas de tu cuerpo, desbloqueando y explorando nuevas opciones de estimulación.
Si algunas partes de tu cuerpo están doloridas, recuerda que el sexo incluye varias formas de tocar y probar. Explora tu clítoris, tus pezones, el interior de tus muslos, tus inglesas, etc.… ¡Gime y jadea! Expresa el placer que sientes.
Después del parto, tu cuerpo está lleno de oxitócina, la hormona del bienestar, y te sientes eufórica. Con cada acaricia de tu pareja, él sentirá lo mismo que tú. Miraros en los ojos, sonreíd y dejad que la oxitócina haga efecto.
Cuando tu cuerpo está revolucionado y ha sido estirado, que te toquen te hace sentir mejor. Una presión suave sobre tu abdomen y vagina te agradará. Por otra parte, tienes unos pechos más voluminosos que nunca. Invita a tu pareja a que los toque y los acaricie suavemente. Siente la conexión entre tu cuerpo y el de tu pareja, y la energía que existe entre vosotros.
Al dar a luz, tus músculos están cansados, pero es importante volver a conectar con ellos y apretarlos. Aprieta los músculos de tu vagina hasta tu abdomen y cuando vuelvas a tener el control de tus músculos, los podrás usar para hacerte más poderosa en tus relaciones sexuales.
Cuando te sientas lista para invitar a tu pareja a tocarte, tómatelo con calma y no dudes en usar lubricantes para empezar. Existe todo tipo de aceites que te ayudarán a “arrancar”. Luego, tu cuerpo ya producirá su propia lubricación.
Después del parto, estás más abierta y también más vulnerable que nunca, así que usa eso para tener sensaciones más profundas y disfruta de la poderosa intimidad que tienes con tu pareja. Disfruta plenamente de esta increíble experiencia sexual.
Ahora que eres madre, no olvides que también eres mujer y amante. Experimenta y aprende a disfrutar del sexo con tu nuevo cuerpo.