Cuando hablamos de rutina de belleza, lo primero que nos viene a la mente son principalmente cremas y otros productos costosos que nos prometen una piel joven y radiante. En realidad, el secreto de la belleza es meditar. Se ha demostrado que la meditación tiene el poder de frenar el reloj biológico y el proceso de envejecimiento. A continuación, cinco razones para incorporar la meditación en tu rutina sin gastarte ni un céntimo:
Se ha demostrado que, si meditas a diario durante cuatro años, tendrás eunos teloneros más largos. Los telómeros son los extremos de los cromosomas y están implicados en numerosas funciones celulares relacionadas con la estabilidad de los cromosomas y la división celular. Cuanto más cortos sean, más rápido envejecerás.
La melatonina es una hormona que regula el reloj biológico del cuerpo y el ritmo del sueño ya que su secreción es mucho mayor durante la noche. La meditación ayuda a aumentar de forma significativa los niveles de melatonina, tan necesaria para nuestro sueño y por lo tanto para una piel radiante, así que, si meditas 10 minutos cada día, el efecto antioxidante frenará el daño celular y mejorará los niveles de energía.
El DHEA es considerado como la hormona de la juventud gracias a su íntima relación con el estado de humor, la sexualidad, la energía y la memoria. Pero, al igual que la melatonina, disminuye con la edad, y la meditación ayuda a aumentar su producción.
Se ha demostrado un vínculo directo entre el estrés y la piel. El cortisol (llamada “hormona del estrés”) se libera como respuesta al estrés, aumenta el daño en el ADN y altera la función saludable del ciclo celular. Por lo tanto, acelera la descomposición del colágeno de la piel y es cuando se crean nuevas líneas. Sin embargo, una vez más, la meditación disminuye de forma significativa los niveles del cortisol, y frena así el envejecimiento de la piel.
Al meditar, dejas de lados tus pensamientos, y, por lo tanto, se pueden liberar energías vitales en tu sistema. Por otra parte, la meditación afecta la circulación sanguínea, reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y disminuye el estrés.
Los beneficios de la meditación son infinitos. Así que recuerda, si te centras en mejorar por dentro, el exterior brillará de forma natural.