Medité durante un año y mi vida cambió

Medita y cambia tu vida

Como muchas de nosotras, no soy ninguna experta en cuanto a meditación. De hecho, era de las que pensaba que los beneficios de la meditación eran un mito y que nunca llegaría a practicarla, hasta que un día, entendí que mi vida tenía que cambiar drásticamente. Varias personas de mi entorno me comentaban las numerosas virtudes de la meditación, así que decidí dejar mis prejuicios de lado y probarla.

 

No soy meditadora y mi vida cambió al meditar durante un año

Como muchas de nosotras, no soy ninguna experta en cuanto a meditación. De hecho, era de las que pensaba que los beneficios de la meditación eran un mito y que nunca llegaría a practicarla, hasta que un día, entendí que mi vida tenía que cambiar drásticamente. Varias personas de mi entorno me comentaban las numerosas virtudes de la meditación, así que decidí dejar mis prejuicios de lado y probarla. Al principio fue bastante complicado para mí, las posturas me resultaban complicadas, me dolía la espalda, y parecía que cada sesión duraba una eternidad. Pero tengo que reconocer que, al cabo de poco tiempo, empecé a notar cambios, y ahora puedo decir que mi vida ha mejorado de seis maneras diferentes gracias a la meditación.

 

Sonrío más a menudo.

Cuando empecé a meditar, mi vida emocional era como las montañas rusas, pero poco a poco aprendí a relativizar y llegué a ser más positiva en cuanto a la vida en general. La meditación me ha aportado muchísimos beneficios tanto a nivel anímico como emocional.

 

Duermo mejor.

Se ha demostrado que la meditación consciente ayuda a luchar contra el insomnio y a alcanzar un mejor sueño. Al frenar el ritmo de una mente cargada y al centrarse en su respiración, se puede conseguir efectos mucho mejores y eficaces que con medicación.

 

Estoy más centrada en el trabajo y en casa.

Antes de empezar con la meditación, me costaba mucho concentrarme en una sola cosa y mi mente se perdía. La meditación me ha ayudado a concentrarme, a centrarme en lo que hago y a relajarme cuando toca. Así me siento mejor y puedo disfrutar de cada momento.

 

Estoy más consciente de mí misma.

Ser consciente de uno mismo es uno de los cuatro elementos principales de la meditación consciente, y sus beneficios se han notado mucho en mis pensamientos. Ahora veo cuales son realmente mis prioridades y entiendo mejor mis puntos fuertes.

 

Soy mejor madre.

Aunque seas una persona más bien tranquila, a veces saltas y te hundes a la mínima o te frustras por un detalle. La meditación me ha ayudado a estar mucho más relajada, incluso cuando surgen incidentes, y también he aprendido a escuchar más a mi hijo, lo cual ayuda a mejorar la relación madre-hijo.

 

Me siento mejor conmigo misma.

Mi lucha contra mi baja autoestima y falta de confianza en mis capacidades viene de siempre. La meditación ha conseguido que dejara de fijarme en el lado negativo de las cosas y he podido desarrollar un sentido de mi identidad más saludable, con lo cual subió mi autoestima.

Puede que seas reticente a los efectos de la meditación, pero te aseguro que se trata de una rutina que vale la pena. Inténtalo y lucha para encontrar el tiempo de mejorar considerablemente tu vida.

AnaCalleja

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"vive cada dia como si fuera el último, disfruta de lo bueno, viaja, come, ama, disfruta"
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