¿A quién se le ocurriría lavarse la cara con aceite? Seguramente a pocas personas, sin embargo, por muy loco que suene, es una excelente manera para eliminar las impurezas y limpiar la piel, ya que el aceite nuevo que utilizas se juntará con el sebo (aceite de tu piel) y lo disolverá.
Lavarse la cara con aceite ayuda a equilibrar la producción de aceite del cuerpo. Si tienes la piel demasiado seca, tu cuerpo compensará produciendo más grasa, y si tus poros están obstruidos, tu piel no podrá respirar ni limpiarse de forma natural. Tienes que ser consciente que todos los productos que usas pueden alterar tus hormonas y la grasa de tu piel, que sirven a equilibrar tu cuerpo y ese órgano que lo cubre, es decir tu piel.
Recuerda que tu cuerpo es sabio y sabe lo que necesita. Encontrará su propio equilibrio si usas un producto natural como el aceite. Lo único que te queda por hacer, es encontrar qué aceite o combinación de aceites le viene bien a tu piel.
Es fácil, sólo tienes que mezclar un aceite natura antibacteriano como el aceite de avellana o de semilla de uva y combinarlo con otro más hidratante como el de jojoba, de aguacate o de argán. Tendrás que mezclar un 10-30 % del primero con un 70-90 % del segundo, según si tu piel es más o menos seca. El aceite se puede preparar con antelación y dejar en un frasco, o puedes mezclar los aceites en tu mano en el momento de lavarte la cara.
Si te acostumbras a limpiar tu cara de esa manera, y si cuidas también tu piel desde el interior, comiendo muchos productos naturales y bebiendo mucha agua, tendrás una bien radiante y equilibrada.