Cuando llega la primavera llegan también las ganas de broncearnos, pero hoy día el sol puede ser perjudicial, aunque en general es una fuente de bienestar.

Te decimos qué hacer para broncearte y protegerte del sol para que estés guapa y sana.

El sol es una gran fuente de energía y de vitamina D, imprescindible para la absorción de calcio y de magnesio en los huesos, además de ayudar a equilibrar las hormonas y estimular el sistema inmunológico. Sin embargo, desde hace años, nos inundan de información sobre el peligro de esta fuente, y nos dicen que tenemos que protegernos con protector solar. El tema es que, al bloquear los rayos del sol, también bloqueamos la producción de vitamina D y de todos los beneficios que implica, además de untar nuestra piel de productos químicos tóxicos.

Si eres de esas personas que necesitan la energía del sol y la vitamina D, te doy algunos consejos simples para protegerte de las sustancias químicas de los protectores solares mientras disfrutas de los numerosos beneficios del sol:

1. No te expongas en las horas punta de sol.

Las horas punta de sol son aproximadamente entre las 10 y las 16, según dónde estés. Por lo tanto, las mejores horas para tomar el sol son a primera hora de la mañana o al final de la tarde. Sin embargo, 10-15 minutos bajo el sol en horas punta te permitirá coger tu dosis diaria de vitamina D sin tomar riesgos.

2. No elimines la vitamina D.

La vitamina D se forma en la superficie de la piel y tarda unas 48 horas en penetrar. Por lo tanto, si quieres aprovechar los beneficios de esta vitamina, es mejor que, después de un día de playa, te duches sin frotar demasiado ni usar ningún exfoliante.

3. Comete los protectores.

Los rayos UV aumentan la producción de radicales libres en la piel y los contrarresta los antioxidantes. Por lo tanto, tienes que aumentar tu consumo de alimentos antioxidantes como las hojas verdes, las nueces, las zanahorias, el té verte, el ajo, etc. Si la naturaleza nos ofrece esta riqueza de alimentos, disfrutemos de sus sabores y beneficios sobre nuestra salud.

4. Evita las quemaduras de sol y cúbrete.

Echarse protector solar no significa que podemos rebozarnos en la playa durante horas sin que el sol nos toque. ¡Así es justamente como nos quemamos! Si no quieres acabar como una gamba, modera el tiempo pasado bajo el sol, y protégete con alguna prenda ligera para cubrir tu piel.

5. Haz tu propio protector solar natural.

Puedes preparar tu crema protectora en casa, añadiendo un poco de óxido de zinc a tu protector solar, para ayudar a desviar el sol de tu piel. También puedes incluir algún nutriente o aceites esenciales, como aceite de almendras o manteca de karité, para nutrir y suavizar tu piel, además de dejarle un rico olor.

Si pones en práctica estos trucos, te aseguro que beneficiaras y disfrutarás de todos los poderes nutrientes del sol, necesarios para tu salud y tu bienestar, sin jamás exponerte ante el peligro.

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