Hoy en día, mucha gente ya ha integrado el yoga como practica y estilo de vida, pero otras personas aún no lo han hecho por intimidación o por miedo a no ser flexibles. Sin embargo, evitar algo porque no sabes hacerlo sólo te impide crecer y aprender. Y por eso mismo, si aún no has probado el yoga y todo lo que conlleva, deberías intentarlo.
Ser yogui no se limita a unos movimientos y posturas, sino que se trata de un estilo de vida y numerosos cambios positivos en tu vida. Afecta todo lo que te rodea, tu forma de comunicar, tu alimentación, tu entorno, tus actividades, etc.
A continuación, te propongo algunos pasos si quieres empezar a adoptar un estilo de vida yogui:
Saborea todos los alimentos que comes, disfruta de los aromas de la naturaleza, relájate en un baño, túmbate en el césped y siente el sol sobre tu piel. En otras palabras, aprende a vivir el momento presente y a disfrutar de los pequeños detalles que la vida te ofrece.
Sólo tienes un cuerpo así que trátalo con cariño y dale alimentos nutritivos para que se sienta bien y acorde con tu mente. Toma consciencia de cada alimento y de su origen. Y no olvides que la salud del medio ambiente y la salud de tu cuerpo van de la mano.
Tu cuerpo es sabio y sabe mejor que nadie cuando necesita descansar y también cuando está lleno de energía y quiere mover. Aprende a escuchar tu cuerpo, a entender sus mensajes y a actuar de acuerdo con sus necesidades.
Muchas veces, sin darnos cuenta, se acelera nuestra respiración a lo largo del día. Por eso, tienes que tomar conciencia de tu respiración e intentar frenarla un poco, e incluso respirar más profundamente. Eso ayudará a que tu mente vaya menos acelerada y menos caótica. Es una buena herramienta si sueles estar estresada o ansiosa.
Estos 4 pasos te ayudarán a iniciarte a la vida yogui, y una vez hayas probado sus beneficios, seguro que te entrarán ganas de más.