Los antojos son algo muy habitual, y siempre van acompañados de un mensaje que tu cerebro manda cuando algo falta en tu vida o cuando necesitas atención y cuidado. Lo más importante es entender primero por qué tienes ese antojo, para luego poder controlarlo y tomar las decisiones adecuadas para tu salud y tu bienestar.
El factor número 1 es la deshidratación. A veces, malinterpretamos la sed y pensamos que tenemos hambre. Así que la próxima vez que tengas ganas de picar algo, pregúntate si es realmente hambre o si puede ser sed.
El otro factor más común, es la falta de sueño. Cuándo no duermes lo suficiente, produces una hormona del hambre y comes cosas que en realidad no necesitas, como carbohidratos y dulces.
2. Antojo emocional: se trata de un antojo muy común, en el que la comida es como una fuente de consuelo y de bienestar cuando las emociones nos superan. Es importante prestar mucha atención a estos antojos y preguntarte de vez en cuando si comes por hambre o por algún problema emocional que se esconde debajo de la superficie.
3. Antojo de equilibrio: el cuerpo busca siempre un cierto equilibrio y si le das mucho dulce, tendrá luego antojos de salado para crear un equilibrio interno. Por eso, es mejor comer alimentos más neutros como frutas, verduras, frutos secos y semillas para evitar los extremos.
Recuerda, no se trata de dejar de comer todo lo que te gusta ni de reprimirte ante los antojos, sino de aprender a entenderlos y a saber qué es más sano para ti.