Todos los padres sabemos que llegará el día en el que nuestro niño pequeño tendrá que crecer y saber interactuar un mundo de adultos, sin que tenerlo al lado en un encuentro de amigos se convierta en una pesadilla.
A continuación, 10 sugerencias que os puede ayudar en este sentido
A nadie le gusta perder, pero en esta realidad, no podemos ganar siempre, así que los niños tienen que aprender tanto a ganar como a perder. ¡Así es la vida!
En algún momento de nuestra vida, todos nos enfrentamos a un conflicto, y en cada uno reside la capacidad de manejarlo, sin causar consecuencias mayores. Un niño no tendrá automáticamente las herramientas para llevar estas situaciones, así que depende principalmente de los padres enseñarles a ser conscientes de lo que se siente en situaciones sociales complejas.
Los niños tienen que entender que su opinión no es la única en una conversación, por eso todos tenemos que esperar a que nos toque para poder expresar lo que queremos. Eso permite también tener un sano sentido de la autoestima.
El papel de los padres no es de divertir a sus hijos, sino de encontrar cosas con las que comprometerse en la vida y una habilidad que hay que practicar. No tener nada que hacer a veces puede llevar a momentos creativos y de reflexión.
Los niños se encuentran a veces indefensos frente a algunas situaciones, en las que tienen que verse obligados a defenderse solos, sin la ayuda de los padres. Puede ser una buena idea establecer con tu hijo que intervendrás sólo después de que haya hecho un primer esfuerzo sin ayuda.
A menudo, un niño horriblemente consentido piensa que sólo existe una forma válida de hacer las cosas, y es a su manera. Por eso, es importante enseñar a su hijo que puede haber varias formas de hacer las cosas, y eso puede implicar exponerse a diferentes tradiciones sociales y culturales.
Enseña a tu hijo que todos somos iguales para que pueda desarrollar su capacidad de comprender a los demás, y mejorar sus habilidades para resolver conflictos. No menosprecies a nadie delante de él y deja espacio para que crezca la bondad en él.
Es importante que los niños entiendan pronto que todos debemos participar en las tareas de la casa, incluso ellos. Cualquier manera de ayudar vale y eso permite enseñar la importancia las responsabilidades.
Pronto lo niños aprenden lo gratificante que puede llegar a ser recibir algo de los demás y no sólo cuando se trata de pasarse los apuntes del curso. Es necesario que vean que cualquiera puede marcar la diferencia en cualquier momento, con un simple gesto de bondad.
Si quieres que tu hijo respete a los demás, tú misma lo tienes que hacer, ya que las reglas se aplican para todos y tu hijo siempre te estará mirando. No puedes pretender que tu hijo no sea un niño mimado si tú eres un adulto mimado.
Disfruta de tu hijo, enséñale y ayúdale a crecer con un buen ejemplo a su lado. Te sorprenderás al ver lo mucho que ambos los vais a agradecer.