El ser humano, por muy casero que sea, está hecho para estar en contacto con la naturaleza. De hecho, existe un vínculo especial e instintivo entre las personas y los otros sistemas vivos, y por eso nos sentimos siempre mejor cuando estamos en contacto con la naturaleza, en un parque, un bosque o una playa. Si aún te faltan razones para entender que necesitas salir más a menudo o convencer a alguien que lo haga, lee lo que viene a continuación:
No estar en contacto con la naturaleza puede tener unas consecuencias en el comportamiento social y en la salud de una personal. Por lo tanto, es imprescindible saber desconectar de los dispositivos tecnológicos y salir.
Se ha demostrado que estar en un bosque ayuda a bajar la presión arterial, el pulso y la variabilidad de la frecuencia cardiaca, además de reducir los niveles de hormonas del estrés.
Se ha demostrado que estar en contacto directo con la naturaleza reduce el riesgo de obesidad, ya que se trata de una relación que invita a la actividad física, además de disminuir el azúcar en la sangre y el cortisol.
Caminar en la naturaleza mejora el estado de humor, la memoria a corto plazo y reduce la ansiedad.
La naturaleza mejora la función del sistema inmune en personas saludables, y en particular las células que nos permiten defendernos contra los virus y el cáncer.
La naturaleza ayuda a mejorar los síntomas del TDA en los niños y a mejorar la concentración y la productividad en los adultos.
Si haces ejercicio al aire libre, beneficiarás de más vitalidad, energía y te sentirás más satisfecha y feliz.
El simple hecho de mirar un paisaje puede reducir el dolor que sufres.
Estar al aire libre, con luz natural te ayudará a sincronizar tu ritmo cardiaco con la naturaleza, a regular tu sueño, tu humor y tus hormonas.
Sumergirte en la naturaleza te hace más consciente de lo que te rodea. Los paisajes, los ruidos y los cantos de la flor y la fauna te ayudarán a practicar una meditación consciente de forma muy simple.
Aunque no te puedas escapar de la ciudad muy a menudo, merece la pena disfrutar de los beneficios que te ofrece la naturaleza cada vez que puedas.