S.O.S. Nocivo para tu piel
Descubre los factores externos y los tóxicos que incorporan los productos cosméticos que impiden que tu piel y tu organismo estén sanos y luminosos.
Nuestra piel es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo pero el estrés, los
cosméticos convencionales y la contaminación ambiental hacen que esta envejezca antes de
tiempo.
Descubrimos qué factores influyen en este proceso y cómo alteran el funcionamiento
de nuestro organismo.
El estrés:
El ritmo de vida acelerado eleva nuestros niveles de estrés. Éste, está relacionado
con muchas enfermedades y también con el envejecimiento prematuro de la piel.
El estrés hace que el cuerpo produzca cortisol y otras hormonas, las cuales dicen a las
glándulas sebáceas que produzcan más grasa. La piel grasa es más propensa al acné y otros
efectos en la epidermis. Además, agrava sus problemas. Por ejemplo, el estrés puede
empeorar la psoriasis, la rosácea y el eczema. También puede causar urticaria y otros tipos de
erupciones en la piel.
El entorno:
Muchos vivimos en grandes ciudades con notables niveles de polución, la cual,
tapona o penetra en nuestros poros incrementando la formación de radicales libres e
impidiendo su correcto funcionamiento.
El aire contaminado roba el oxígeno de las células de la piel, haciendo que luzca opaca y
flácida. A medida que envejecemos, la capacidad del cuerpo para combatir los radicales libres
disminuye. Desafortunadamente, los contaminantes aumentan el número de radicales libres
en el aire, disminuyendo así la producción de colágeno y causando que la piel pierda
elasticidad. La pérdida de elastina provoca una textura más rugosa y empiezan a aparecer
líneas finas que darán paso a las temidas arrugas.
diferencias entre productos cosméticos químicos y ecológicos.
Los productos que consumimos:
Las toxinas que recibimos a través de productos alimentarios y cosméticos convencionales
impiden el correcto funcionamiento de la dermis. Algunos tienen
nombres tan conocidos como parabenos o siliconas pero… ¿sabemos cómo actúan sobre
nuestro organismo? Veamos algunos de los tóxicos presentes en la cosmética convencional y
cómo detectarlos:
1. Parabenos.
Estos tóxicos imitan la acción de las hormonas femeninas e interfieren en el
sistema endocrino, formando parte de los archiconocidos disruptores endocrinos.
Cómo reconocerlos:
Detéctalo con el sufijo –paraben.
2. Aceites minerales y siliconas.
Son derivados directos del petróleo y del silicio. Cubren la piel
con una película taponando los poros, evitando su respiración y la eliminación de toxinas y
provocando que nada acceda a ella. El resultado es la aparición de acné y reacciones alérgicas.
Cómo reconocerlos:
Paraffinum, Paraffinum Liquidum, Petrolatum. Todos los ingredientes
acabados en cone , siloxane y conol.
3. Sulfatos.
Crean una espuma grande y densa, de aquí su poder irritante y alérgeno. También
producen una profunda sequedad y debilitamiento del cabello.
Cómo reconocerlos:
Con la palabra sulfate. Como los conocidos Sodium Lauryl Sulfate(SLS) y
Sodium Laureth Sulfate (SLES).
4. Liberadores de formaldehido.
Exponerse a ellos puede causar alergia, irritación,
envejecimiento prematuro de la piel y daño en las membranas celulares. En 2004 la OMS lo
incluyó en la lista de sustancias cancerígenas y su uso en cosmética está prohibido. No
obstante, la industria se las ha ingeniado para incluir ingredientes que, combinados, liberan
formaldehído en las fórmulas.
Cómo reconocerlos:
Todos los compuestos que se denominan con una palabra que acompañen a UREA, por
ejemplo: Diazolidinil urea. Remarcar que la palabra urea por sí sola no entraña riesgo alguno.
Sustancias acompañadas de las letras DM como DM hidantoina. También lo son los siguientes
compuestos: Dimetil Oxazolidino, Armilacetato, Alkifenol y todos aquellos que incluyen el
término Quaternium.
5. Compuestos Polietileno Glicol (PEG’s).
Eliminan la función defensiva de la piel dejándola
expuesta a la penetración de otras sustancias químicas. Hacen que la dermis sea más
permeable eliminando su función barrera.
Cómo reconocerlos:
Siglas PEG seguidas de un número (Ej. PEG 14). También por las letras –
eth al final como, Steareth.
Existen numerosos compuestos más como son los perfumes y colorantes sintéticos, las sales
de aluminio o los ftalatos que tienen consecuencias muy negativas para nuestra salud
influyendo especialmente en el sistema hormonal o el sistema inmunitario. Sin embargo, estos
tóxicos están tan presentes que, en muchas ocasiones, nuestro cuerpo los ingiere de manera
silenciosa hasta que llega al límite. De ahí que cada vez más personas desarrollen intolerancia
a los cosméticos, con la consecuente hipersensibilidad y reacciones cutáneas a todo aquello
que contenga sustancias tóxicas. Es nuestra responsabilidad proporcionar al cuerpo los
productos naturales y saludables para que funcione con normalidad y la piel esté y luzca 100%
saludable.
Mireia Trepat Martí
Si tienes consultas contáctame al email [email protected] o a las redes sociales.
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