¿Por fin te has puesto a hacer ejercicio, pero antes de conseguir tu objetivo, no sabes cómo lidiar con el dolor que sientes en cada músculo de tu cuerpo? Las agujetas son lo más normal del mundo, pero existen varias estrategias naturales para calmar o incluso prevenir esa incomodidad.
Se ha demostrado que beber zumo de cereza ácida durante unos días antes y después de hacer ejercicio reduce el dolor.
Las cerezas ayudan a reducir los marcadores de la inflamación, como por ejemplo la proteína circulante C-reactiva.
Unos estudios han demostrado que comer arándanos reduce el estrés oxidativo y la inflamación.
Los masajes ayudan a reducir la inflamación y promueven el crecimiento de mitocondrias en las células musculares para acelerar su recuperación.
El consumo de cafeína antes de hacer ejercicio consigue disminuir significativ amente las agujetas.
Un baño de agua fría después del ejercicio puede reducir la aparición de agujetas.
Conectar con el campo electromagnético de la tierra caminando descalzo, disminuye la percepción del dolor y de las agujetas.
El efecto relajante de la sauna antes de hacer ejercicio ayuda calentar los músculos y a reducir los dolores.
Como ves, existen unas cuantas formas de limitas los efectos “negativos” del ejercicio físico, así que las agujetas ya no son ninguna excusa, puedes seguir con tu entrenamiento 😉